Cuando me tomaron esa foto, curiosamente estaba en esa edad en la que una comienza a internarse en sí misma, como si se internase en un bosque. Tal vez por causalidad, esta imagen que parece sacada de un cuento me inspiró algunas reflexiones.
Y a lo mejor, porque es el día de la Pacha y me encantaría estar celebrándolo con mis hermanas brujas por allá por las sierras, es que me puedo poner un poco ecológica, crítica – siendo virginiana ser crítica no es un estado, es una forma de vida- o un poquito más reflexiva que de costumbre.
Quiero abrir las entrañas de la tierra y ofrecerle vidas nuevas, las simbolizo con semillas… Abro un pequeño hoyo y entierro mis semillas, pidiéndole a la Pacha que la vida en ellas nutra a este mundo y a esta vida de alegría, amistad, sueños e ilusiones, y conciencia. No conciencia moral, conciencia ética, humana y hasta animal…
Quiero que mis semillas se conviertan en raíces fuertes que abracen y protejan a nuestra madre, no sólo de intención, sino de acción y de contagio a otros.
Quiero que esas raíces sotengan los árboles de un bosque en el que podamos jugar, y estar felices. Donde podamos aceptarnos, abrazarnos y darnos la mano, sin temor a la mirada de una falsa moral , sino con la conciencia, la fuerza y la seguridad de sabernos partes de cada uno de los seres que habitan este enorme bosque.
Quiero jugar en el bosque, celebrar con la Pacha, con mis hermanos y hermanas, y con todo ser que habite sobre esta tierra….. Y que juguemos en el bosque, mientras el lobo esté, para enseñarle a jugar con nosotros…..
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No sé que pasó que no se cargó el texto, helo acá.
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